martes, 6 de julio de 2010

Imagen global del universo conocido gracias a Planck

Imagen global del universo conocido gracias a Planck

Gracias al telescopio Planck, de la Agencia Espacial Europea (ESA), podemos disfrutar ahora de este nuevo mapa global del universo conocido.

Planck ha tardado nada menos que 6 meses en componer la imagen. No observaba un objeto concreto, sino que rotaba continuamente para escanear el espacio y trazar un mapa completo del cielo. Con el tiempo, el telescopio llevó a cabo una órbita alrededor del Sol, de manera que además de barrer el cielo que rodea la Tierra, barrió el que rodea al Sol, escaneando en 6 meses la totalidad del espacio.

En el primer plano de la imagen se muestran los elementos más próximos de la Vía Láctea, alcanzando luego los elementos más alejados conocidos. Para la creación de esta fotografía, se ha un espectro electromagnético desde los 30 Ghz hasta los 857 Ghz.

El disco principal de nuestra galaxia, la Vía Láctea, es la línea brillante del centro de la imagen. Por encima y por debajo de ella surgen las llamativas lenguas de polvo cósmico frío, unas redes serpenteantes donde se están formando nuevas estrellas. (…) Menos espectacular quizás, pero más intrigante para los astrónomos es el fondo moteado, las ‘luces más antiguas’ del Universo. Esa radiación cósmica de fondo de microondas (CMBR por sus siglas en inglés) son restos de la bola de fuego que pudo ser el origen de la existencia hace más de 13 mil millones de años.

A continuación, un video de como realiza la medición el telescopio de microondas:

jueves, 29 de abril de 2010

Así se construye un avión

29 de Abril de 2010 · Sin Comentarios

Curioso vídeo que nos resume en dos minutos y medio el proceso completo de ensamblaje de un avión de pasajeros; concretamente, el "Florida One" de la compañía Southwest airlines.

Para ver el vídeo en alta definición, pulsar sobre este enlace.

miércoles, 17 de febrero de 2010

La NASA empieza a hacer las cosas bien

5 de Febrero de 2010 ·

En Microsiervos han publicado una explicación sobre los nuevos planes de la NASA y la cancelación del cohete Ares.

Lo primero que llama la atención es que el presupuesto de la NASA no solo no se recorta, sino que se aumenta. Si el Ares, el proyecto estrella, se ha cancelado, ¿En que se gastará ese dinero extra? Entre otros, en estos dos conceptos:

  • Desarrollo de demostradores tecnológicos: En los próximos 5 años la NASA gastará 7.800 millones de dólares en desarrollar tecnologías que faciliten y abaraten el vuelo espacial, como el ensamblaje y reposataje de naves en el espacio.
  • Desarrollo de una nueva generación de lanzadores: La NASA gastará 3.100 millones de dólares en desarrollar nuevos tipos de motores, combustibles y tecnologías para abaratar y mejorar el lanzamiento de cargas pesadas al espacio.

Resumido en pocas palabras, el nuevo plan de la NASA busca desarrollar un programa espacial de verdad, no conseguir titulares en la prensa.

Una de las preguntas clásicas es, ¿Por qué no hemos vuelto a la Luna? Simplemente, porque el proyecto Apolo era un castillo de fuegos artificiales, una improvisación montada a toda prisa con tecnología que se aguantaba con alfileres.

Cuando Kennedy lanzó el reto para llegar a la Luna, el objetivo de la NASA era únicamente ese, conseguir poner un hombre en la Luna; en ningún momento se pensó en crear la tecnología y la infraestructura necesaria para simplificar los viajes espaciales y convertirlos en algo rutinario; el resultado es que, en 1970, enviar un hombre al espacio seguía siendo tan complejo y arriesgado como en 1960, de manera que, en el momento en que a la NASA le recortaron el presupuesto, todo el proyecto se vino abajo como un castillo de naipes.

Sin embargo, ahora la NASA va a hacer las cosas como deben hacerse; en primer lugar, desarrollar y poner a punto las tecnologías necesarias para ir y volver de la Luna a un coste razonable, y en segundo lugar, los viajes tripulados.

Esto significa que, cuando la NASA vuelva a la Luna será para quedarse. El futuro vuelo lunar será un proyecto sólido, con tecnología válida y con capacidad de perdurar en el tiempo aunque se recorte el presupuesto.

Robots que aprenden a cazar

16 de Febrero de 2010 · 1 Comentario

Un equipo de la universidad de Lausanne, en Suiza han conseguido hacer evolucionar familias de robots hasta hacerles desarrollar comportamientos de cazador/presa.

El propio Alan Turing propuso crear sistemas capaces de evolucionar basados en la selección natural darwinista; Turing afirmaba que los sistemas inteligentes eran demasiado complejos como para poder diseñarse, así que la única forma de crearlos era diseñando máquinas capaces de evolucionar.

¿Y como creamos un robot capaz de evolucionar? El punto de partida es la creación de un genoma. El genoma es una tabla de parámetros que se usan como base para definir el resto del sistema y tiene la propiedad de que se puede modificar aleatoriamente manteniendo su capacidad de describir el sistema.

Como se puede ver en el gráfico superior, el proceso de evolución consta de los siguientes pasos:

  1. Se construyen las redes neuronales a partir de los parámetros definidos en el genoma.
  2. Las redes neuronales generadas se ponen a prueba para determinar su rendimiento en el cumplimiento de la tarea prevista.
  3. Tomamos el genoma que describe las redes que han sido mas eficientes.
  4. Mediante recombinación y modificaciones aleatorias, producimos un nuevo genoma.
  5. Este nuevo genoma se usa para generar unas redes neuronales nuevas, con las que volvemos al punto 2.

El resultado es un proceso evolutivo en el que las redes, de una generación a la siguiente, van mejorando su rendimiento.

¿Y como ponemos a prueba las redes neuronales? Pues con estos robots:


Robot cazador (derecha) persiguiendo al robot presa (izquierda)

Tanto el robot cazador como el robot presa disponen de sensores de proximidad, pero el robot cazador dispone de un sistema de visión (esa especie de cabeza con dos ojos) que es capaz de ver el bastón negro que el robot presa lleva encima. Esto permite al robot cazador detectar al robot presa a una distancia de un metro, mientras que el robot presa no se da cuenta de la presencia del cazador hasta que este se encuentra a medio centímetro. Para compensar esta desventaja, el robot presa se mueve al doble de velocidad que el cazador. Ambos robots pueden detectar la presencia de las paredes, en el caso de que el escenario de caza sea un laberinto.

En la primera generación, los robots tenían una programación muy simple; el robot presa huía en cuanto detectaba al cazador, y el cazador iba en dirección a la presa en cuanto la veía.

En las primeras rondas, cazadores y presas se movían de forma errática por el escenario, pero después de unas pocas generaciones tanto cazadores como presas empezaron a desarrollar estrategias bastante elaboradas.

La figura 1 corresponde al movimiento del cazador (bola negra) y presa (bola blanca) en la primera generación; podemos ver que se mueven de forma errática sin seguir ninguna estrategia.

En la figura 2 han pasado ya varias generaciones y vemos que la presa ha aprendido a moverse el línea recta, siguiendo una trayectoria evasiva, mientras el cazador ha aprendido a seguir el movimiento de la presa para predecir hacia donde se dirigirá y así poder interceptarla.

Sin embargo, las tácticas desarrolladas no son estables; a la que uno de ellos (ya fuera el cazador o la presa) desarrollaba una estrategia eficiente, a las pocas generaciones el otro había desarrollado una contratáctica capaz de neutralizarla, con lo que el juego volvía a empezar.

Este experimento con robots, además de mostrarnos una vía para desarrollar máquinas inteligentes, nos muestra como funciona la naturaleza y como depredadores y presas evolucionan de forma coordinada.

Como curiosidad, este mismo equipo lleva varios años experimentando las capacidades de la evolución aplicadas a robots, y hace dos años en otro experimento el proceso evolutivo llevo a la aparición de robots con capacidad para mentir.

FUENTE: PLOS Biology.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Desarrollan el motor de plasma de iones más potente del mundo

Por Elias Notario el 6 de Octubre de 2009 @ 10:45

VX-200

Desde el 2005 la empresa fundada por el ex astronauta Franklin Chang-Diaz, Ad Astra Rocket, está trabajando en un revolucionario motor de iones, el VASIMR, con el que querían alcanzar una potencia muy superior a cualquier otro motor de plasma construido hasta la fecha. Pues bien, ya lo han conseguido.

Según nos cuentan desde New Scientist, Ad Astra Rocket acaba de dar un paso importante en el proyecto: han probado con éxito el motor prototipo VX-200 en una cámara de vacío, alcanzando el hito de los 200 kilovatios de potencia, siendo la primera vez que se llega a esa marca. Esto señoras y señores, mejora mucho las expectativas de futuro en cuanto a viajes espaciales.

Por el momento ya han firmado acuerdo con la NASA para probar el VX-200 en la ISS en 2013 y comprobar si puede proporcionar el impulso que necesitan las instalaciones espaciales para no salirse de su órbita, con un ahorro muy importante en combustible y por consiguiente en dinero. Y esto solamente es el principio, las ventajas del VX-200 son muchas más y siguen trabajando para aumentar la potencia del motor hasta donde se pueda (con 10-20 megavatios podríamos viajar a Marte en unos 39 días, por ejemplo).

Hasta emocionado y todo estoy, el ser humano necesita una cosa principalmente para poder seguir aumentando sus conocimientos sobre el espacio: potencia. Con fuentes que nos proporcionen más potencia los satélites podrán viajar más lejos y la idea de construir naves espaciales para realizar viajes por el cosmos en misión científica se convierte en algo mucho más viable. Estamos en el 2009 y se ha conseguido un motor con consumos eficientes y potencias nunca antes alcanzadas, ¿a qué potencia se llegará entonces en el 2020?

Planean construir cañón de proporciones épicas para enviar combustible al espacio

Por Elias Notario el 8 de Octubre de 2009 @ 9:30

gun-sharp

En la década de los 90 tuvo lugar el proyecto estadounidense Super High Altitude Research Project (o SHARP) con el que se investigó la viabilidad de lanzar proyectiles a alta velocidad a la atmósfera siendo el objetivo final ver si se podrían propulsar satélites hasta la órbita terrestre mediante esta técnica. Para las investigaciones se construyó un gigantesco cañón de gas de hidrógeno que consiguió lanzar objetos de unos pocos kilos a velocidades de 3 kilómetros por segundo. Finalmente el proyectó se abandonó, pero ahora varios de los que participaron en él pretenden retomar las investigaciones y construir un cañón aún más grande.

John Hunter, uno de los físicos que ayudó a construir el cañón del proyecto SHARP, ha anunciado el nacimiento de una empresa (Quicklunch) formada por él y otros ex-compañeros de SHARP, para crear una nueva versión mucho más potente del primer cañón: la nueva máquina medirá 1,1 kilómetros de largo y esperan conseguir lanzar cargas de 450 kilos a la impresionante velocidad de seis kilómetros por segundo. ¿Todo esto para qué?

Las diferentes agencias espaciales llevan mucho tiempo investigando nuevas formas de transportar combustible al espacio ya que los métodos actuales son extremadamente caros. La idea de Hunter y sus compañeros es conseguir un cañón que sea capaz de enviar cargas de combustible al espacio, sistema que abarataría los costes sustancialmente. Eso sí, hay varios problemas que deberán solventar, por un lado está la desaceleración que sufrirá la carga al entrar en contacto con la atmósfera terrestre y por el otro las tremendas temperaturas que el proyectil tendrá que aguantar a su paso por la misma.

Siendo realistas que el proyecto tire hacia delante está complicado, necesitan 500 millones de dólares para construir su “mega-cañón y como decía en la década de los 90 ya se investigó lo que ahora quieren retomar Hunter y sus compañeros. Personalmente me gustaría que todo esto no quedara en nada, aunque solo fuera por ver un lanzamiento de semejante bestia.

Elithis Tower: primer edificio de oficinas del mundo que genera más energía de la que gasta

Por Elias Notario el 8 de Octubre de 2009 @ 11:57

elithis

Muchos son los arquitectos que están enfocando sus esfuerzos en construir edificios lo más energéticamente eficientes posibles. Normalmente cuando se consigue que la construcción genere la misma cantidad de energía que consume, el objetivo se da por alcanzado. Pero siempre hay alguien que quiere ir un poco más allá, como es el caso del arquitecto francés Thierry Bievre y su Elithis Tower.

Él, junto a su equipo, han conseguido construir el primer edificio destinado a oficinas que genera más energía de la que utilizada y además produce seis veces menos emisiones de gases de efecto invernadero que la mayoría de edificios de su tipo. Llegar a esto fue todo un reto como imaginareis, pero hay más cosas que hace interesante a Elithis Tower.

El exterior del edificio es de madera, los materiales aislantes son reciclados, se diseñó un protector solar exterior (esa especie de reja que recubre la construcción) que elimina el exceso de calor producido por los rayos del sol pero que también deja pasar la luz, cuenta con 330 paneles solares en el techo y, rematando la jugada, hay una pantalla visible para todo el que se pase por el Elithis que muestra estadísticas diarias del consumo energético y las emisiones (gracias a 1.600 sensores repartidos por los 54.000 metros cuadrados de la edificación).

Y han conseguido todo esto a un costo muy similar a lo que cuesta un edificio de oficinas convencional. Mis felicitaciones a Thierry y su equipo por crear un edificio verdaderamente sostenible y respetuoso con el medio ambiente.