viernes, 31 de octubre de 2008

'El hombre de los hielos' perteneció a un grupo genético de 'Homo sapiens' que se extinguió

El 'hombre de los hielos', en el laboratorio donde se ha analizado su ADN. (Foto: EFE)

El 'hombre de los hielos', en el laboratorio donde se ha analizado su ADN. (Foto: EFE)

Actualizado jueves 30/10/2008 17:51 (CET)

ROSA M. TRISTÁN

MADRID.- Ötzi, el 'hombre de los hielos', que vivió en Europa hace unos 5.000 años, no tendría hoy parientes en el continente porque perteneció a un sublinaje humano que ha desaparecido, o que es muy extraño en la actualidad.

Un equipo de científicos italianos y británicos ha logrado secuenciar completamente su genoma mitocondrial, que es el ADN que sólo se transmite por vía materna, y ha descubierto que su rama genética acabó extinguiéndose con el paso del tiempo, un fenómeno que, por otro lado, no es excepcional en caso de linajes muy minoritarios.

Los investigadadores han publicado setos resultados en la revista científica 'Current Biology'.

La historia que rodea a Ötzi, probablemente la momia natural más estudiada del mundo, aumenta el interés por todo lo que tiene que ver con su vida. Fue localizada por dos turistas alemanes en 1991 en los Alpes italianos, a pocos metros de la frontera con Austria. Los científicos determinaron desde un primer momento que había sido el frío perenne en esa zona el factor que hizo posible la conservación de todos los tejidos finos de su organismo e incluso de sus órganos internos. Todo ello ha sido exhaustivamente analizado.

Ya en el año 2000, los investigadores descongelaron parte de sus intestinos para secuenciar un fragmento de su ADN mitocondrial (mt), que determinó que pertenecía a un linaje conocido como el haplogrupo K, al que pertenecen el 8% de los originarios de Europa.

Ahora se ha averiguado que el hombre de los hielos era de una de las ramas del sublinaje K1 (también existe el K2). «La sorpresa fue descubrir que no pertenecía a ninguna de las tres variantes genéticas conocidas del K1», ha señalado el profesor italiano Franco Rollo, de la Univesidad de Camerino. Su equipo ha bautizado esta variante genética como la rama Ötzi.

Rollo deja claro que «eso no significa que este individuo, que murió asesinado por una flecha, tuviera un ADN que le hacía diferente, pero sí que en el pasado hubo un grupo de hombres y mujeres que tenían su ADN mitocondrial y que ahora ese grupo o ha desaparecido o es muy raro».

Carles Lalueza, investigador español del Instituto de Investigación sobre Evolución Biológica (CSIC), «no resulta sorprendente que un linaje humano desaparezca porque para ello basta que una mujer no tenga hijas, así que es un asunto en el que interviene mucho el azar».

jueves, 30 de octubre de 2008

Un "diminuto" misterio: ¿Qué son las explosiones breves de rayos gamma?



Los científicos se han reunido para discutir las posibles causas de las explosiones más energéticas del universo y para determinar cómo comprobarlas.


Octubre 20, 2008: Durante décadas fue un asunto desconcertante. De repente, los astrónomos que observaban con sus telescopios veían emerger ocasionalmente en el oscuro cielo nocturno rápidas explosiones luminosas de alta energía, que parecían bombillas de luz, al otro lado del universo.

Estas explosiones parecían tener una energía imposible: para ser tan brillantes a distancias tan lejanas, debían opacar el brillo de galaxias enteras que contenían cientos de miles de millones de estrellas. Estas explosiones, llamadas Explosiones de Rayos Gamma (Gamma Ray Bursts o GRBs, en idioma inglés), son por mucho los fenómenos más brillantes y energéticos del universo conocido, se ubican en el segundo lugar después del Big Bang (Gran Explosión). Los científicos ignoraban por completo qué podría causarlas.

Derecha: Concepto artístico de una explosión de rayos gamma.

En la actualidad, los astrónomos ya saben cuáles son las causas de las GRB de larga duración: el colapso y la posterior explosión de una estrella ultramasiva que forma un agujero negro en su núcleo (una explicación que inicialmente propuso Stan Woosley, de la Universidad de California, en San Diego). Pero hay una segunda categoría de GRBs cuyo origen aún es un misterio.

"Las explosiones breves (o de corta duración) no se entienden demasiado. Allí es donde está la frontera [de la investigación] en la actualidad", dice Neil Gehrels, investigador principal a cargo del satélite Swift de detección de GRBs, de la NASA, en el Centro Goddard para Vuelos Espaciales.


Gehrels y otros investigadores se reunieron esta semana en el Sexto Simposio sobre Explosiones de Rayos Gamma, en Hunstville, Alabama, para discutir sus progresos en éste y otros misterios que rodean al fenómeno. Las explosiones breves de rayos gamma son un tema candente en la orden del día del simposio.

"Habíamos tenido buenas evidencias desde la década de 1990 de que las explosiones de corta duración eran de una clase distinta a las de larga duración", explica Gehrels. "Tenía que ver con las propiedades de sus rayos gamma". Las explosiones breves, además de durar menos de aproximadamente 2 segundos, tienen un espectro de emisión distinto. Los rayos gamma de las explosiones de corta duración se inclinan hacia el extremo de muy alta energía del espectro, mientras que las explosiones de larga duración emiten rayos gamma de más baja energía.

Las diferencias se manifestaron en 2005, cuando, por primera vez, los telescopios pudieron captar las luminiscencias de las GRB de corta duración. Los residuos que se volvían tenues no mostraban evidencias de provenir de una supernova, lo cual era un argumento en contra respecto de su origen en el colapso de una estrella masiva. George Ricker, del Instituto Tecnológico de Massachussets, investigador principal del satélite HETE (sigla en idioma inglés de High Energy and Transient Explorer, en español: Satélite Explorador Transitorio de Alta Energía), se hizo famoso por comparar la explosión breve del 9 de julio de 2005 con un "perro que no ladraba".

En última instancia, la causa de las explosiones breves aún se desconoce. Pero los científicos tienen ya algunas buenas hipótesis.

Arriba: Concepto artístico de la colisión de dos estrellas de neutrones.

La teoría con más aceptación es que estas explosiones se originan en colisiones extremadamente violentas entre pares de estrellas de neutrones. Estas estrellas no son gigantescos globos gaseosos con penachos como las que originan las otras explosiones —una estrella de neutrones se parece más a un núcleo atómico de 12 kilómetros de diámetro. Como los átomos que componen la materia "sólida" normal son casi enteramente espacio vacío, una estrella que está compuesta casi completamente por neutrones apilados unos contra otros es extraordinariamente densa: una pizca de materia de una estrella de neutrones tendría una masa de más de un billón de kilogramos. La densidad y la gravedad de una estrella de neutrones son apenas menores que las de un agujero negro. "Cuando dos de estas estrellas duras chocan una contra la otra, el resultado es una feroz y muy breve explosión. Es como una especie de choque estrepitoso".

Entonces, ¿cómo podrían los científicos saber si esta explicación es cierta?

Una manera podría ser detectar ondas gravitatorias. Antes de que dos estrellas de neutrones colisionen, una giraría en torno a la otra como un sistema binario. Debido a que sus campos gravitatorios son tan intensos, las estrellas generarían ondas que se propagarían hacia afuera en el tejido del espacio-tiempo: ondas gravitatorias. Conforme las estrellas de neutrones cayeran en espiral una hacia la otra, la frecuencia de estas ondas se incrementaría rápidamente en un patrón característico que se conoce como señal de gorjeo (en idioma inglés: chirp signal).

"Los científicos están tratando de detectar eso ahora mismo", dice Gehrels. "Es, en última instancia, la mejor manera de verificar el modelo".

Los científicos del simposio que se realiza en Huntsville discuten acerca del progreso de los detectores de ondas gravitatorias, como el Observatorio Láser de Ondas Gravitatorias por Interferometría (Laser Interferometer Gravitational-wave Observatory o LIGO, en idioma inglés), el cual está ubicado en Hanford, Washington, y en Livingston, Louisiana. Usando rayos láser para medir cuidadosamente las distancias entre pares de espejos montados en los observatorios, los científicos del LIGO pueden llegar a notar pequeños cambios en tales distancias, que solamente se pueden dar si las sutiles ondas gravitatorias atravesaran la Tierra.

También existen otras explicaciones posibles para las GRB de corta duración, pero solamente los datos de experimentos como el LIGO podrían determinar cuál es la verdadera causa de estas misteriosas explosiones celestes.

El Sexto Simposio sobre Explosiones de Rayos Gamma de Huntsville 2008 está patrocinado por los proyectos Fermi y Swift de la NASA y es presentado por el Equipo Fermi GBM, cuya base se encuentra en el Centro Marshall para Vuelos Espaciales, ubicado en Huntsville.

miércoles, 29 de octubre de 2008

La Humanidad necesitará dos planetas en 2030 para mantener su nivel de consumo

INFORME DE WWF/ADENA
  • Cada español consume tres veces por encima de la capacidad biológica de este país
  • La huella hídrica de España es la quinta mayor de la Tierra
Ovejas en el mercado de ganado de Kashgar. (Foto: Diego Azubel)

Ovejas en el mercado de ganado de Kashgar. (Foto: Diego Azubel)

Actualizado miércoles 29/10/2008 00:24 (CET)

ROSA M. TRISTÁN

MADRID.- Estamos en números rojos. La cuenta corriente de los recursos naturales que posee la Tierra tiene un déficit de un 30%, el porcentaje en el que la demanda de la Humanidad ha superado la capacidad de abastecimiento del planeta. De seguir así, a mediados del año 2030 serán necesarios dos para mantener el estilo de vida. Pero no los hay.

Esta es la conclusión a la que ha llegado la organización WWF/Adena en su último 'Informe planeta vivo', que hoy se da a conocer y ha sido elaborado junto con la Sociedad Zoológica de Londres y la Red de Huella Global.

El análisis tiene en cuenta dos factores: por un lado, el índice planeta vivo (IPV) refleja la situación de las especies animales como marcador de la biodiversidad. Y ahí los datos son desastrosos: en 30 años han disminuido un 60% en los bosques tropicales, sobre todo en la última década por culpa de los biocombustibles y la demanda de madera.

En ese mismo tiempo, las aves han desaparecido un 20% y uno de cada cuatro mamíferos está en riesgo de extinción, como ya reflejaba la 'Lista Roja' de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) de este año.

Por otro lado, en el documento se mide la huella ecológica, es decir, lo que cada habitante necesita para tener cubiertas sus necesidades. Y ahí nuestro país ocupa el número 12 del ránking mundial.

«Eso supone que necesitaríamos tres 'Españas' para abastecernos, y eso es una barbaridad», señala Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF/Adena. En el caso de la huella hídrica, la situación aún es peor: España está en el quinto puesto, principalmente por el consumo de productos que requieren mucha agua (frutas, soja para alimentar el ganado, etcétera) y es un recurso que no tenemos y que importamos de países tropicales.

Los embalses y presas (hay 45.000 en el planeta), los trasvases, la contaminación de las aguas y la sobreexplotación pesquera (que ya afecta al 75% de los caladeros mundiales) son otros factores que están afectando a la vida del planeta."A este ritmo la pregunta es qué vamos a dejar para las generaciones del futuro", plantea Del Olmo.

A nivel mundial, la situación no es mejor. Si la capacidad del planeta de absorber el consumo individual es de 2,1 hectáreas (ha.) por persona, la media actual está ya en 2,7 ha. Y no en todos los lugares es igual: en Estados Unidos cada ciudadano requiere 9,4 ha. y en España 5,7 ha. Sin embargo, en Congo, que tienen hasta 13,9 ha de biocapacidad por su riqueza en recursos naturales, la huella biológica no llega ni a media hectárea por persona.

Es más, sólo ocho países (Estados Unidos, Brasil, Rusia, China, India, Canadá, Argentina y Australia) tienen más de la biocapacidad mundial, pero tres de ellos (EEUU, China e India) son deudores.

James Leape, director general de WWF, señala que aunque «el mundo está preocupado por la crisis financiera, lo que realmente amenaza a la sociedad es la crisis del crédito ecológico». No obstante, es una situación reversible si se toman las tres medidas que enumera Del Olmo: «La primera, reducir el consumo, luego ralentizar el crecimiento de la población mundial y la tercera, tener una mayor eficiencia en el uso de los recursos».

martes, 28 de octubre de 2008

Explosiones de rayos gamma: el misterio continúa

A más de cuatro décadas de haber sido descubiertas, las explosiones de rayos gamma continúan siendo un misterio para los astrofísicos. La semana próxima, expertos de 25 países se reunirán en Huntsville, Alabama, para discutir y debatir los hallazgos sobre las más grandes explosiones que se han producido desde el mismo Big Bang.

Octubre 16, 2008: A las personas del Sureste de Estados Unidos les agradan las buenas historias y están a punto de enterarse de una muy buena. Dicha historia comienza la próxima semana cuando investigadores de 25 países se reúnan en Huntsville, Alabana, en Estados Unidos, para compartir los últimos hallazgos sobre las más grandes explosiones que han ocurrido desde el mismo Big Bang (Gran Explosión). El Sexto Simposio sobre Explosiones de Rayos Gamma de Huntsville, en 2008, comienza el 20 de octubre y las conversaciones no se detendrán durante cuatro días consecutivos.

Los conferenciantes, uno tras otro, llevarán a los participantes a dar un paseo salvaje desde el borde del universo observable, donde las explosiones de rayos gamma ocurren muy a menudo, hasta nuestro propio patio trasero en la Vía Láctea, donde unas pocas estrellas supermasivas podrían ser bombas listas para producir explosiones, peligrosamente cerca. Las causas subyacentes de las explosiones de rayos gamma, sus "espasmódicos cadáveres" y las raras galaxias que a menudo albergan las explosiones... esos son sólo algunos de los temas que figuran en la orden del día del simposio.

see captionEl simposio comienza con una charla para quienes no son especialistas en el tema: "Agujeros negros: desde Einstein hasta las explosiones de rayos gamma", en la cual Neil Gehrels, un astrofísico de la NASA, describe cómo cada explosión de rayos gamma podría anunciar el nacimiento de un agujero negro. Se invita al público a participar de su charla el lunes 20 de octubre a las 7:30 p.m., en el Auditorio del Centro Davidson (Davidson Center Auditorium, en idioma inglés), del Centro del Espacio y Cohetes de Estados Unidos (U.S. Space & Rocket Center, en idioma inglés), en Huntsville.

Derecha: Una explosión de rayos gamma anuncia el nacimiento de un agujero negro —concepto artístico. [Más información]

Las explosiones de rayos gamma fueron descubiertas en los años '60 durante la Guerra Fría. Satélites estadounidenses, que vigilaban las pruebas nucleares soviéticas, detectaron intensas explosiones de radiación gamma. Las explosiones no provenían de la Unión Soviética, sino del espacio.

Inmediatamente, los astrónomos tuvieron un gran misterio entre sus manos. Las explosiones parecían contener más energía que una supernova y eran totalmente impredecibles, provenían de cualquier parte del cielo, al azar, y en cualquier momento. Además, eran breves, algunas duraban menos de un segundo. Para cuando los observadores movían sus telescopios en la dirección de un estallido, ¡ya se había ido! En 1990, una historieta publicada un domingo por la mañana, mostraba a un astrónomo mareado, sosteniéndose de su telescopio, mientras una explosión de rayos gamma ocurría sobre su cabeza.

Eran tiempos de humor. Mientras muchos investigadores estaban convencidos de que las explosiones de rayos gamma provenían de las partes más lejanas del espacio, de millones a miles de millones de años luz de distancia, otros sostenían que las explosiones estaban sucediendo justo aquí, en el sistema solar. ¡Y nadie podía probar que estaban equivocados! Los expertos gozaban de libertad para sostener las más descabelladas teorías que sus mentes pudieran inventar.

Los astrónomos necesitaban más datos. La primera oleada de información provino de un instrumento llamado "BATSE", ubicado a bordo del Observatorio Espacial Compton de Rayos Gamma, de la NASA. A mediados de la década de 1990, BATSE captó miles de explosiones y realizó un mapa de su distribución en el cielo. Las explosiones no estaban limitadas al plano del sistema solar; ni al plano de la Vía Láctea. Lo que sea que fueran, las explosiones de rayos gamma no eran locales.

see caption

Arriba: El Observatorio Espacial Compton de Rayos Gamma y sus sensores BATSE demostraron que las explosiones de rayos gamma ocurrían muy por afuera del sistema solar. [Más información]

Mientras tanto, la NASA y otras agencias espaciales estuvieron trabajando en una nueva generación de satélites capaces de localizar los primeros destellos de rayos gamma y transmitir las coordenadas a la Tierra lo suficientemente rápido como para poder seguir las observaciones con telescopios terrestres. Esto, esperaban los astrónomos, revelaría qué tipo de galaxias hospedaban a las feroces explosiones (si en verdad las explosiones ocurrían dentro de las galaxias) y cuán lejos se ubicaban.

El 28 de febrero de 1997, el BeppoSAX hizo un gran avance. El satélite ítalo-holandés ubicó una explosión y orientó a los astrónomos hacia ella con suficiente tiempo como para fotografiar una luminiscencia residual óptica. El telescopio espacial Hubble fue apuntado hacia la explosión que se tornaba cada vez más tenue y allí estaba, una galaxia apenas visible… muy, muy lejana.

Después vino la nave espacial Swift, de la NASA, que podía no solamente precisar la ubicación de los rayos gamma y transmitir sus coordenadas en pocos segundos, sino que también estaba equipada con sus propios detectores de rayos-X y UV, además de detectores ópticos. ¡La nave Swift era un ejército de telescopios espaciales en un solo satélite! Swift fue lanzada en 2004 y ha detectado cientos de explosiones, ha monitoreado sus luminicencias residuales en múltiples longitudes de onda y ha medido sus distancias (el récord actual: 12.800 millones de años luz; o sea, prácticamente el borde del universo observable). Estos eran los tipos de datos que todos estaban esperando.

see captionHay dos tipos de explosiones de rayos gamma: breves (<> 2 segundos).

Derecha: Un ejemplo de explosión larga de rayos gamma.

Se cree que las más largas son "supernovas con esteorides", explosiones catastróficas que señalan el fin de estrellas que son entre 50 a 100 veces más masivas que el Sol. Cuando tales estrellas monstruosas explotan dejan detrás un agujero negro y transmiten la "noticia" a través del cosmos en forma de onda de rayos gamma. Las bases físicas fueron presentadas y desarrolladas por el físico de la Universidad de California, el Dr. Stan Woosley, y su "modelo de colapso" es ahora considerado como la mejor explicación para las explosiones de rayos gamma de larga duración.


Las explosiones más breves son más desconcertantes. Se encienden y se apagan con demasiada rapidez como para ser supernovas y las energías que están involucradas no llegan a provocar la explosión de una estrella. Muchos investigadores, en cambio, consideran que tienen origen en colisiones que se producen entre estrellas de neutrones ultradensas o, quizás, estrellas de neutrones que chocan con agujeros negros. En cualquier caso, el resultado es otro agujero negro. No obstante, el jurado todavía no participa y los debates del simposio serán bastante acalorados.

Hay otros misterios también. Por ejemplo, todos los tipos de galaxias contienen al menos una mínima cantidad de estrellas supermasivas que podrían explotar. Así que los astrónomos esperan ver explosiones de rayos gamma que provienen de galaxias espirales, elípticas, con barras —de toda la gama. Sin embargo, las explosiones parecen preferir a las raras galaxias irregulares antes que al resto de las galaxias. Nadie sabe por qué. Otro ejemplo: la primera oleada de formación estelar después del Big Bang debería haber producido una abundante cantidad de estrellas supermasivas de la categoría ideal para ocasionar explosiones de rayos gamma. Pero parece haber escasez de explosiones en los corrimientos al rojo (distancias) correspondientes a esas épocas tempranas. ¿Dónde están las explosiones de rayos gamma extraviadas?

El más reciente observatorio de la NASA, el Telescopio Espacial Fermi de Rayos Gamma, lanzado en 2008, se encuentra en una misión destinada a responder éstas y otras preguntas. Quizás en el simposio se revelen resultados importantes.

Para obtener cobertura diaria sobre el tema, manténgase sintonizado con Ciencia@NASA del 20 al 23 de octubre.

El Sexto Simposio sobre Explosiones de Rayos Gamma de Huntsville 2008 está patrocinado por los proyectos Fermi y Swift de la NASA y es presentado por el Equipo Fermi GBM, cuya base se encuentra en el Centro Marshall para Vuelos Espaciales, ubicado en Huntsville.